Debería de ser el primer paso en toda rutina de maquillaje. Como ya sabréis, una piel uniforme es una piel bonita y, como no somos perfectas, presentamos rojeces, ojeras y otros tonos no deseados. Por tanto, ruletas como ésta sirven para neutralizar el color de nuestra cara para que quede uniforme, lisita y perfecta. Los colores anaranjados sirven para neutralizar el color de nuestras ojeras en el caso de que las tengamos azuladas o grisáceas; por otro lado, los tonos amarillentos son para ocultar las que suelen ser más verdecinas. El corrector color verde elimina todo tipo de rojeces, provocadas por el acné, algún granito o cualquier otro factor. El corrector morado sirve para corregir imperfecciones que tengan cierto color anaranjado, pero es el que más difuminación necesita.
2. Corrector alta cobertura, de Sephora.
Es como tu corrector habitual, pero más duradero, con más cobertura y súper cubriente. No deja rastro de ojeras. Como yo tengo la piel cálida, uso el nº13, que tiene un subtono más amarillento. Sin embargo, si tu piel es fría, es preferible que usas un corrector (y una base) con un subtono más anaranjado.
3. Polvos compacto matificantes, de Sephora.
Son polvos traslúcidos que sellan el maquillaje (para que no se produzcan pliegues) y elimina todo tipo de brillos. Este paso se tendría que realizar tras aplicarnos la base. Pero como yo no suelo usar base... Me he saltado el paso. El maquillaje nos durará todo el día si los aplicamos (preferiblemente por la zona 'T' del rostro).
4. Paleta 'All Stars', de Kiko. Contiene bronceador, iluminador y blush. Su formato en polvos lo hace perfecto para un proceso de 'contouring' con un efecto más natural y nada sobre-cargado. Juraría que mi paleta es una edición limitada, por lo que no os puedo asegurar que siga en tiendas. Sin embargo, las hay de la colección habitual seguro.
5. Eye Liner 'Pretty Easy', de Clinique.
Tiene un pincel sencillamente perfecto, ya que el grosor es muy finito y, por tanto, de alta precisión. Es 100% negro y también los hay en marrón chocolate (los cuales son recomendables para personas con la piel cálida como yo).
6. Sombra 'Infinity', de Kiko.
Tengo una manía muy peculiar y es aplicarme un poco de sombra blanca (normalmente metalizada como esta) en el lagrimal del ojo. Esto lo que va a hacer es iluminar nuestra mirada y agrandar la forma. Es preferible que nos la apliquemos antes que la máscara de pestañas, para no ensuciarlas.
7. Máscara de pestañas Waterproof, de Kiko.
Aporta muchísimo volumen, no se corre y se seca súper rápido. No es la que más longitud aporta a las pestañas, por eso la he escogido, porque las mías son -ya de por sí- bastantes largas y tampoco me gustaría conseguir el efecto 'pestañas postizas'.
8. Velvet Passion Matte, de Kiko.
No lo uso de diario, pero sí que no falla el fin de semana. El rojo es un color que, afortunadamente, favorece a todo el mundo. Por tanto, una barra de labios de este color es un must-have. Sin embargo, tengo el mismo pero en granate y es sencillamente maravilloso.
Esta es la que sería mi rutina de maquillaje diaria con todos y cada uno de sus productos. Sin embargo, hay excepciones y no siempre utilizo los mismos. Como habréis podido comprobar, KIKO es mi marca fetiche, porque es low-cost, la calidad-precio es una gracia divina y hay más variedad de la que jamás podréis imaginar. Por otro lado, aunque Sephora es algo más cara, para mi es low-cost en comparación con otras marcas que me gustan y -por lo general- es bastante favorable; al igual que Clinique.
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